Están los
que siguen corriendo aun cuando las piernas le tiemblan.
Están
los que siguen jugando cuando se acabó el aire.
Los que
siguen luchando cuando todo parece perdido.
Ellos están
convencidos que la vida es un desafío en sí misma.
Sufren,
pero no se quejan, saben que el dolor pasa,
El sudor
se seca, el cansancio se termina…
Saben
que hay algo que nunca desaparecerá:
La
satisfacción de lograr un sueño,
Sus
cuerpos tienen la misma cantidad de músculos.
Por sus
venas corre la misma sangre.
Lo que los
hace diferente es su espíritu y
La determinación
de alcanzar la cima.
Una
cima a la que no se llega superando a los demás,
sino superándose
a uno mismo.
¿Qué entendemos por superación
personal? Mi interpretación me lleva al territorio de la auto motivación.
Sostengo que esta aparece cuando logro encontrar dentro de mi recursos que necesito
para ir tras de lo que quiero, o puedo articular una conversación interna que
me impulse a la acción que necesito ejecutar, o logro que mi emocionalidad me
predisponga a ambicionar algo mejor para mí; lo cual no quiero decir que no
pueda reconocer los objetivos logrados, sino posicionarme en lugar donde reconozco
que, de acuerdo con mi potencial, puedo ir por más.
La motivación se da
cuando tus manos y tus pies siguen trabajando, aunque tu cabeza dice que no se
puedo lograr.
Benjamín Morrel
Ahora bien, ¿Dónde puede estar la
clave que nos asista a movernos desde el lugar donde estamos hacia el lugar
donde queremos ir? Yo sostengo que la clave es la CONVERSACION INTERNA, la
autocharla que mantenemos con nosotros mismos y los pensamientos que tenemos
acerca de nosotros mismos. Nuestra autoestima y nuestra valoración personal
viven dentro de esos pensamientos. La autoconfianza que podamos generar también
surge de la interpretación que hacemos de nuestra coherencia entre lo que
decimos y hacemos.
La maravillosa riqueza de la existencia humana perdería
parte de su alegría gratificante,
si no existieran limitaciones que superar. La cima de la
colina no sería ni la mitad de maravillosa,
Si no hubiera oscuros valles que atravesar.
Las personas que logran articular una motivación interna saben que
entre ellas pueden cambiar sus vidas y en lugar de preocuparse, analizan cada área
y se preguntan ¿Qué cosas quiero seguir haciendo? ¿Cuáles no quiero hacer más? Y ¿Cuáles necesito
empezar a hacer?
Comienzan a posicionarse en un lugar donde puedan hacer elecciones.
Aprenden a decir que no cuando quieren decir que NO. Hacen importante a sus
objetivos. Tienen una actitud positiva frente a la vida que les permite
priorizar lo que funciona y que sea bueno para ellos.
El éxito no se mide por la posición que uno ha alcanzado en la vida,
sino más bien por los obstáculos superados mientras se intenta conseguirlo.
Booker T Washington
Practican la gratitud por la
vida, a partir de lo cual generan una conversación de permanente
agradecimiento. También encuentran modelos para imitar. Se enfocan en lo que si
quieren y que NO quieren. Planifican sus objetivos y accionan dando un paso a
la vez. Saben que el cambio es un proceso y que lleva tiempo. Se reconocen y
desarrollan sus potenciales en lugar de enfocarse en sus incapacidades. Se
capacitan en forma permanente porque saben que este mundo de cambios tan
acelerados, solo los que están abiertos a aprendizaje y a lo nuevo pueden
adaptarse a lo que pasa.
“Uno puede elegir retroceder hacia la seguridad o adelantarse hacia el
crecimiento. Y mientras el crecimiento debe ser elegido una y otra vez, el
miedo debe ser superado una y otra vez”
Abraham Maslow
Te dejo unas preguntas para ponerte en contacto con tu
propia manera de superarte a vos mismo:
¿Vas por tus objetivos?
¿Qué harías diferente si no tuvieras miedo?
¿Te alejas de la gente que puede ser toxica
para tu vida?
¿Te asombras a vos mismo desarrollando tu
potencial y capacitándote?
¿Apostas a vos mismo creyendo y defendiendo
tus ideas?
¿Qué es lo que decís cuando estas a punto
de rendirte, para poder seguir?